la primera vez

Ella se lo pensó dos veces antes de darle la última calada a su cigarro. Sabia que podia ser el último o el primero de muchos. Lo necesitaba, como si hubiera sido adicta desde hacia mucho, lo habia probado en su adolescencia y no le habia disgustado.
Sus amigas fumaban, elevando su edad sin saberlo pero sabia que era malo y no debia empezar.
Años después, ya en la universidad, pensó que la distrairia de todo lo que estaba pasando por su vida en esos años de infinitos cambios, nervios y miedos.
Al principio lo ocultó, ya que sabia que a su familia no le iba a gustar, ponia las típicas excusas que habia oido antes, se le daba bien mentir, todavia era muy niña para saber que ahora su vida dependia de ella y no de sus padres.
Siguió mintiendo a la gente y asi misma, le daba verguenza admitir su dependecia a la nicotina, fumando por esquinas y gastando botes de colonia, hasta que un día se cansó de esconderse y no volvió a mentir.
Su vida no volvió a ser la misma desde que encendió ese lucky strike.
Conoció a chicos, aprobó y suspendió asignaturas, volcó vasos, conoció ciudades, en definitiva, creció.
Esa chica se convirtió en mujer sin preguntarse si queria seguir siendo una niña.

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L

-Como te digo, los momentos como este nunca sabes si se van a repetir, una mala decision podria arruinar tu vida o no dejar buenos recuerdos como deberia ser.
-Pero tengo miedo...
-¿A qué?
-A fastidiarlo todo, a que el momento pase tan deprisa que no me de cuenta, a un simple No.
Me gire y repase el bar de arriba abajo, no sabia que decir, unos meses antes habia tenido esa misma sensación, esa de querer moverte y tener los pies anclados al suelo. Sabia que no podia aconsejar ya que yo misma vi pasar mi momento en 3a persona, y nunca supe el qué habria pasado.
-No me mires asi, conozco esa mirada, no necesito que me compadezcan, solo necesitaba desahogarme, se que tu y yo solo seremos amigos y que tarde o temprano nuestras charlas se enmudeceran. Lo entiendo y lo acepto, solo que a veces lo olvido.
-A veces, los dos lo olvidamos, recuerdas...a veces me gustaria tener treinta años, un vestido negro y un collar de perlas.
-Espero que no, si no no estarias aqui conmigo. Prometeme una cosa, nunca lleves un vestido negro ni lleves un collar de perlas ni tengas nunca treinta años.
-Siempre te gustó esa pelicula.
-Claro, su titulo era tu nombre.

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