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Te dije que yo no valia para esto y casi siempre me equivoco.
Las noches pueden ser más claras cuando solo te importa que se acaben los tickets de copas, cualquier rincón de una oscura calle puede ser más divertida que una discoteca llena de trajeados.
Suena una canción y estallas, te la sabes, la bailas y se te mete en la cabeza hasta que te duermes, no sería una buena noche sin esa canción que te recuerda que tienes muchas ganas de bailar.
Mil veces al baño a retocarte hasta que llegas a la conclusión de que las horas te impiden estar como al principio, pero aún así, ¿qué más da?
Ronda de chupitos, hola, ¿te conozco? da igual, otra ronda de chupitos.
Brindemos por los momentos en los que olvidas lo que recuerdas a todas horas.
Llega un momento que bailas david guetta como si fuera una copla y los camareros pasan de tí, el vestido se te cae, te quitas los tacones y te ahuecas el pelo.
Otros han tenido más suerte que tú, pero está sonando tu canción.
Da igual Bad romance, sexybitch o mambo number 5.
Y llegar, aunque te apetezca vagar por la calle cantando la dichosa canción, comerte la nevera, ponerte una peli para que se te pase un poco el estado pero llegar solo al minuto 10.
Estas noches sí que valen la pena.
Pero te despiertas, da igual al dia siguiente o despues de dos, empiezan los nervios, esto acaba y el curso también.
Ha sido...interesante.