martes, 19 de noviembre de 2013

Capítulo 1

Posted by Rebk - Filed under ,
-Vayámonos de aquí, le dijo a su perro, ya ni sé porque he venido. 
El perro siguió a su amo hasta el final del parque. Era un sitio precioso, infinidad de árboles y de flores en primavera y en el centro, un arroyo cristalino con algunas hojas flotando. La gente paseaba por sus caminos, alguno con otros perros y otros de la mano con sus parejas. 
El perro sabia que su dueño se sentía solo y eso le producía inquietud. 
- La perdí, y aquí tampoco la voy a encontrar.
El perro sabia a quién se refería. Su dueña. No volvería jamás.
Una tarde, el joven mientras trabajaba en casa, recibió un e-mail de su casero, no había entrado en razón y se disponía a vender su apartamento, ahora el joven tenia que buscar otro sitio, uno con menos recuerdos que aquel.
Empezó la búsqueda y encontró un piso en la misma calle que el parque preferido de su perro, un edificio de los años treinta con la puerta verde y ventanas altas. Era más pequeño que el anterior pero tenia una biblioteca con un mirador que daba justo al arroyo.
El primer día que durmió allí, su perro no paraba de olisquearlo todo, encontró una esquina por donde pasaba la calefacción y se tumbó con el hocico en una pata para dormir.
A medianoche se oyeron unos tacones en las escaleras y llamaron al timbre. El joven se despertó maldiciendo y fue a abrir la puerta. 
Era su nueva vecina, se había asustado de oír ruidos en el piso que creía vacío. 
- Lo siento mucho, conocí al dueño de este apartamento, se mudó hace un año a Italia, y pensé que habría vuelto. He sido una tonta al pensar que sería él.
- Alquilé este piso hace poco, me he mudado hoy. Pero no sabía que aquí los vecinos se conocían tan bien.- respondió él.
- Era algo excepcional, pero si te preguntan, la del 4ºC tiene especial manía con su buzón, no aguanta que haya gente en medio por si el cartero no puede hacer su trabajo. Apuesto a que tiene mal de amores pero nunca se sabe.- Y acabó la frase con una sonrisa.
Pronto se dio cuenta de que aquella joven había tenido algo con el anterior propietario de ese piso. Bordeó el tema del residente en Italia contándole lo de la loca de abajo, que por supuesto apuntó.
- Veo que te he despertado, lo siento, por cierto, me llamo Rebeca. Vivo en la puerta de al lado por si necesitas algo alguna vez, tú o tu perro.- Miró a sus pies y empezó a acariciar al perro que se había despertado y había ido a inspeccionar a la joven. - Es un perro precioso. 
- Se llama Ringo, y yo me llamo Hector, encantado de conocerte. 
- ¿Fan de los Beatles?.- preguntó ella con la ceja arqueada.
- ¿Quién no? 
Y entonces los dos rieron. Ella se despidió con la mano y susurró un buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario