miércoles, 27 de noviembre de 2013

Capítulo 2

Posted by Rebk - Filed under , , , ,
Un mes más tarde.
Le habían reducido el horario laboral, no había tantos clientes que se mantenían fieles a su firma financiera y empezaron a prescindir de algunos trabajadores. Tras siete años pasando desapercibido en la oficina temía que un día le llamaran al despacho y confirmaran sus sospechas.
Aquella mañana se disponía a ir a tomar un cafe a la maquina cuando Violeta, la directora de relaciones públicas, entró en la sala de descanso. Iba con un traje de chaqueta bastante ceñido y por encima de la rodilla, a Héctor siempre le había mirado con buenos ojos cuando se cruzaban, y esta vez no era diferente.
- Buenos días compañero, ¿Qué tal está mi contable preferido?- Le dijo mostrándole una fila de dientes rectos y blancos.
- Buenos días Violeta, no me puedo quejar, aunque estoy un poco nervioso por los ajustes de la empresa.
- Sí, que se le va a hacer, aunque mi puesto es fijo, me preocupa la gente. Pero no sabía que el tuyo peligraba.
- Bueno, me han reducido la jornada, creo que empiezo a intuir cómo va a acabar.
Ella puso un mohín y torció la cabeza para mirarle como se mira a un bebé.
- Creo que te puedo ayudar, en Horan & Meyer están buscando nuevos fichajes, no lo sabe mucha gente porque es algo reciente,- Era una firma de inversiones muy famosa, trató de hacer una entrevista pero las plazas estaban contadas, así que no evitó emocionarse.- Conozco a Taylor de recursos humanos, te puedo concertar una cita y mover algunos hilos para que piensen mucho en ti.- Le dijo guiñándole el ojo.
- ¡Eso sería genial!
- Pues hecho está, haré una llamada en seguida y quizás me lo puedas pagar invitándome a un café algún día.
- Pues claro, pídeme lo que sea.
- ¿Lo que sea? jajaja- Y se fue dejando entrever algo que a él se le había escapado.
Una semana después pidió el día libre por asuntos personales para asistir a la entrevista, se puso su mejor traje, su mejor colonia y llevó su reloj más caro, no quería que le tomaran por alguien que no sabe lo que quiere. De camino al edificio no pudo dejar de acordarse de su vecina, hacía mucho tiempo que no la había vuelto a ver, igual se había mudado, pero sentía que había dejado algo pendiente con ella, era tanto el misterio que le había inspirado que no podía borrarlo de su mente cada vez que salía de su casa y veía su puerta cerrada.
Media hora después de llegar a Horan & Meyer al final le dieron su acreditación y pudo subir al piso donde se encontraba la famosa Violeta de recursos humanos, en veinte minutos había comprobado su curriculum, sus credenciales y le dijo que el director de finanzas le esperaba en su despacho para hacerle la entrevista. Ahí fue cuando se le secó la boca y su corbata le empezó a asfixiar.
Su secretaria le dijo que esperase cinco minutos pues la hija de su jefe estaba dentro con él. No pudo evitar imaginarse a una niña de papá que había venido para pedirle la casa de la playa para el fin de semana.
Cuando la puerta se abrió y salió del despacho la hija, no pudo contener ponerse del color de la moqueta.
- Hola vecino, cuánto tiempo.

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